martes, 13 de septiembre de 2011

De Fergana Range a Dmitievka (11a Etapa)

Nos levantamos temprano pues nos espera un día largo y, tras despedirnos de los hermanos pastorcillos y recoger el campamento, comenzamos el ascenso al paso de Koldama a 3.062m de altura. La carretera sube por un sinfín de curvas hasta el cuello, el firme es bastante bueno, tiene algunas piedras sueltas y hay pocas pérdidas de cota, lo que es de agradecer. Este cuello, que ya sabíamos que nos encontraríamos (uno de los pocos que habíamos previsto desde el principio del viaje) me preocupaba un poco pero, como suele pasar en estos casos, resulta ser el más factible de todos los cuellos que hemos pasado, y llegamos a su punto culminante poco antes de las 12.00h de la mañana. Tras comer un pan con tomate (ambas cosas regalo de los dueños del 4x4 de ayer) y alguna cosa más al lado de un lago y un monumento soviético, comenzamos el vertiginoso descenso hacia el valle de Fergana. Definitivamente con este descenso dejamos atrás nuestra etapa montañosa del viaje para internarnos en una de las zonas más pobladas del país: el Valle de la Fergana, de gran fertilidad y riqueza, a la vez que zona de choque entre uzbecos y kirguis.

Un descanso a media subida. 

Nos encontramos una amiga silenciosa. Es la tercera que vemos en los últimos días. 

Monumento soviético y lago en lo alto del cuello. 

Restos de botellas adornan el camino. Da miedo pensar el estado en que conducen algunos kirguis por estas carreteras, y que son los mismos que pasan rozándonos. 

Pa amb tomàquet, un regalet d'uns kirguis fora de context. 

Otra botella abandonada tras el botellón en el paso. 

A lo largo del día descenderemos 2000m de desnivel, primero vertiginosamente y más tarde resiguiendo el valle de Kugart, con alguna subida que otra. El calor, como era de esperar, se hace más persistente a medida que perdemos cota. En este lado de las montañas los pastores, además del ganado, se dedican a la apicultura, y hay una gran cantidad de panales de abejas cerca del camino.

Comienza el descenso al Valle de Fergana, que intuye en el fondo de la imagen. 


Una sombra enjaulada en el camino.

A medida que nos acercamos a Dmitievka el calor se hace más acuciante y el cansancio se empieza a notar. Tras preguntar en dos tiendas si hay algún sitio para dormir por la zona y obtener una negativa como respuesta, empezamos a pensar que tendremos que plantar la tienda de campaña en algún lugar resguardado. Por suerte, la señora de la tercera tienda en la que preguntamos por un hotel nos dice que podemos dormir en su casa ahorrándonos el trajín de buscar un sitio apartado de la vista. La verdad es que esta noticia me alegra especialmente pues algo que hemos comido empieza a sentarme mal y además de flojera empiezo a vomitar... 

Un dato importante es que a partir de Kalmakurchik la carretera está asfaltada, por lo que los km pasan volando!

 Curioso invento...

 Comienzan las plantaciones de pipas que dejan secar sobre el asfalto.




 Cruzando el Kugart poco antes de llegar a Dmtievka. 

Otra familia salvadora. Encantadores!

1 comentario:

  1. Ufff, vaya "medio subida"!!!..Me da más miedo que la serpiente de la foto...aaaaix.....

    Por lo que veo, alguna gente kirguí es igual de limpia de lo que somos por aquí...qué lástima.

    Ese pan con tomate os tuvo que sentar de miedo, después de tantos días comiendo lo mismo!

    La verdad es que habéis tenido suerte en cuanto a la hospitalidad de esta gente! Qué majetes!

    Óscar

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