domingo, 28 de agosto de 2011

At-Bashy a Tash Rabat (2a jornada)


El tramo de carretera por el que vamos recorre un ancho valle que va atravesando pequeños pueblecillos. Hay algunos tramos de carretera que están arreglados, sólo uno de los dos carriles, pero suficiente para nosotros. Otros tramos están a medio arreglar pero uno de los carriles ya ha sido compactado, por lo que nos ahorramos las dichosas ondulaciones durante algunos km aunque tenemos que sortear las piedras que ponen a modo de conos, para las bicicletas eso no supone ningún problema así que a tramos somos unos privilegiados si nos comparamos con el resto de vehículos que nos rodean.


Los chicos de uno de los pueblos atravesados se quieren hacer fotos con nosotros



Carretera en obras y camiones chinos


Piedras usadas en la carretera a modo de conos para evitar que pasen los camiones por el tramo que está siendo arreglado.

A unos 40km de At-Bashy, aproximadamente, hay un desvío perfectamente indicado con nuestras letras hacia el valle de Tash-Rabat. Es un alivio dejar el polvo de la carretera principal y sumergirnos a través de una carretera secundaria hacia el valle verde que nos llevará al Caravan Serai. El entorno es precioso pero la carretera sigue teniendo las mismas ondulaciones perversas que hace que el recorrido vuelva a ser poco agradable.

Desvío a Tash-Rabat




La entrada al valle de Tash Rabat


Pagamos 50 Soms por persona para poder acceder a la parte superior del valle y aparcamos las bicis junto a unas yurtas que hay al lado del edificio que alojaba las guarniciones de soldados que protegían la ruta de la seda. Decidimos quedarnos a dormir allí, la cena+alojamiento en la yurta+desayuno nos sale por 650 Soms por persona. Es el primer sitio donde vemos reunidos turistas en gran número, de hecho llega un grupo de japoneses que hacen rodar sus maletas impecables por medio de los prados dando un toque muy pintoresco al paisaje bucólico que nos rodea.


Yurta donde nos alojamos

La cena y la yurta, que calientan a base de estiercol, nos recuperan de una jornada que aunque no muy larga ha sido un poco dura. El tiempo es fresco pero muy despejado, es impresionante la cantidad de estrellas que se pueden ver.

3 comentarios:

  1. Desde luego, el desvio a Tash Rabat es como para saltárselo, vamos.....

    Vaya entrada al valle tan preciosa, con las yurtas al fondo!!. qué pasada!!

    Los japos son únicos, en Japón y fuera de él..jeje...

    Óscar

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  2. Es de las pocas indicaciones que existen por esa zona y es de agradecer.

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