miércoles, 14 de septiembre de 2011

De Dmtievka a Dzhalal-Abad (Jalal-Abad) (12a etapa)

Tras despedirnos de la amable familia que nos ha acogido esta noche en su casa salimos muy agradecidos en dirección a Jalal-Abad. La carretera es buenísima y durante un buen tramo una suave pendiente nos hace volar, los km recorridos se atropellan, ningún tramo del camino se ha hecho con tantísima facilidad. Parece un regalo para un día en el que voy a medio gas, pues no sólo no me he recuperado sino que me voy encontrando cada vez peor, aunque no lo suficiente como para coger un taxi, ahora que falta tan poco para el final de la ruta...

A medida que nos acercamos a la gran ciudad van apareciendo tenderetes de frutas, durante todo el camino he deseado llegar a los tenderetes de frutas para comerme un gran melón, pero justo hoy no es el día, así que nos contentamos con las vistas.

Tenderete de sandías y melones en el mercado de Jalal-Abad. 

Uno de los platos más célebres de Kirguistán: el shashlik. Los hay de ternera, pollo, cordero, y combinan pedacitos de carne con trocitos de manteca para que no queden demasiado resecos. 

Llegamos a Jalal-Abad con las últimas fuerzas buscando un buen hotel, Xavi también empieza a encontrarse un poco mal, uhmmm, mala señal!

En un principio queríamos alojarnos en el hotel Navruz, recomendado en las guías, no lo busquéis, pues se quemó durante los incidentes entre kirguis y uzbecos en el verano del 2010. Así que tras preguntar a un señor cerca del edificio en ruinas que albergara el famoso hotel, nos dirigimos al hotel Tien Chan, que se localiza en pleno centro de la ciudad, en la calle Lenina. Este hotel, regentado por chinos, es uno de los más lujosos de la ciudad, aunque sólo tiene unas 4-6 habitaciones. Al final, regateando, conseguimos la habitación De-Luxe por 65 dolares la noche desayuno incluido (cosa que no nos dijeron en su momento y el primer día nos saltamos el desayuno...). Eso sí, el regateo de lo más raro, pues el empleado iba hablando por teléfono con su jefe y cuando ya nos íbamos nos llevaron a una habitación más lujosa que aquella por la que habíamos regateado. El hotel dispone de piscina y un bar-discoteca-restaurante en una zona ajardinada. Por la noche el local se anima muchísimo, así que vale la pena pedir una habitación que de hacia la calle.


La mayoría de las cartas en Kirguistán, si es que las hay, están únicamente en ruso, o kirgui, así que vale la pena aprenderse unos cuantos nombres de platos si no se quiere llevar uno una sorpresa, o dos... o tres...

El pan (nan) y una especie de momos de carne. 

2 comentarios:

  1. Pues la comida tiene muy buena pinta, así que acertásteis todo y estar en ruso...Y lo que veo que no falta es una buena jarra de cerveza...;-))

    Ummmmm...pinchos de carne con manteca entre medio...Esto a mi no-vesícula le hubiera sentado de miedo!!

    Qué agradecido debe ser volver a ver tenderetes de frutas después del largo viaje!

    Óscar

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  2. No, no acertamos, pedimos 4 platos esperando que uno de ellos no llevara carne y todos eran únicamente carnívoros.
    Eso sí, ahora ya sé leer algo en ruso y veo que la página de la fotografía es de bebidas y postres, jajajaa.

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