martes, 6 de septiembre de 2011

Del cuello de Kaundy a Kazarman (9a Etapa)

Nos levantamos (con el ojo aún lloroso aunque menos que ayer) y seguimos en dirección a Kazarman por la misma carretera de Jangy-Talap, que consiste en una pista ancha llena de grava que va atravesando una sucesión de cuellecitos al parecer infinitos. 

El pueblo de Kaundy, el único desde Akkyia a Kazarman donde nosotros no vimos ninguna tienda. 

Los coches que pasan levantan grandes nubes de polvo que hoy, por tener el ojo sensible, nos obligan a parar. 

Poste de la luz reparado en la base, como la mayoría de la zona. 

Los kirguis son unos energúmenos conduciendo, y parece que aceleran cuando pasan por nuestro lado, casi rozándonos. Como las pistas son de grava hacen saltar algunas piedras que por suerte sólo dan contra los cuadros de las bicicletas. 

El descenso hasta el río Naryn es muy largo y agotador, las ondas (camino en serrucho) que cruzan la pista y la grava hacen que sea casi menos gratificante que las subidas. 

Un suizo que nos encontramos a las afueras de Kazarman en su camino Kazakstán,  nos dice que la ruta por Kirguistán le está pareciendo bastante más dura que el tramo que ha hecho por Tajikistan, cosa que nos sorprende ya que Tajikistan es un país aún más montañoso y creíamos que las carreteras estaban en peores condiciones. 

Kazarman, una ciudad con bastante poco encanto, se me antoja una ciudad llena de posibilidades cuando vemos la cantidad de productos que podemos encontrar en sus tiendas, y aún más cuando encontramos un B&B con ducha de agua templada por el sol. El B&B es limpio, la señora que lo lleva es eficiente y las comidas no están nada mal. El B&B Buzhamal está indicado en la Lonely, y está cerca de la estación de autobuses (que nosotros nunca vimos). Quizá es por la cantidad de días que llevamos en ruta y por lo austero de la misma, este lugar me parece un pequeño paraíso donde además podemos hacer la colada. El día no podía acabar mejor cuando encontramos una farmacia y compramos un colirio para mi ojo enrojecido justo antes de que empiece a soplar un fuerte viento. No sabemos si es lo habitual en la zona pero en los dos días que llevamos por la región al atardecer se levantan fuertes vendavales. 


Compras compulsivas en Kazarman. 

Planificando la ruta en la terraza del B&B.





2 comentarios:

  1. Quin descans poder-vos dutxar, rentar roba, curar-te l'ull i menjar molt per recuperar forces després de tants dies de ruta! :)

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  2. De qué me suena a mi el tema del colirio??....;-))

    La cara de Xavi con los chocolates es impagable...A drede, no os sale..jeje

    La verdad es que poderse duchar con calma después de tanto tiempo debe ser la gloria.

    Óscar

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